Son varias las carreteras famosas en los Estados Unidos de América. En una nación de tan grandes dimensiones y con tantos matices y lugares diferentes en su seno es normal que acumule grandes tesoros por descubrir pero, sin duda, si una ruta es famosa como pocas es la conocida como Ruta 163, una ruta que nos conduce por lo más salvaje del oeste americano y donde nos muestra esas icónicas imágenes que tan interiorizadas tenemos de esta zona del territorio estadounidense.
Largas llanuras que dan pie a carreteras con decenas e incluso con centenares de kilómetros sin encontrarnos ningún otro vehículo ni rastro de vida y largos espacios solitarios donde las líneas rectas constantes en entornos áridos y secos son una constante que no parece tener fin.
Estos escenarios en ocasiones casi marcianos son uno de los grandes atractivos de esta famosa ruta (que en realidad abarca mucho más que el tramo de lo que longitudinalmente es la U.S. Highway 163, US 163: Monument Valley o US 163: NavajoLand, pero que en su conjunto se la conoce popularmente así) que atraviesa el estado de Arizona y que nos Adentra hasta Utah.
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Distancias y curiosidades de la Carretera 163
Sin duda, esta ruta, la Ruta 163 (entendida como un conjunto) es una ruta para efectuar con calma, una ruta para explorar detenidamente mientras se va escuchando música country dentro de coche y se disfruta de un trayecto solitario como pocos en el mundo.
Recorrer la Ruta 163 en todas sus variantes es recorrer una ruta que nos permite comprender mejor la inmensidad de los Estados Unidos de América y que nos permite adentrarnos en recorridos que nos recordarán al cine de otros tiempos y también de tiempos actuales.
Además, adentrarnos en la Ruta 163 también es adentrarnos en una ruta que en algunos tramos nos puede llegar a sorprender con unas muy intensas tormentas que tan sólo durarán unos instantes 8esto sucede especialmente en los momentos del atardecer) y sobre todo es una ruta que nos permite enamorarnos y volvernos a enamorar una y otra vez de sus hermosos y particulares paisajes.
La ruta al completo puede decirse que llega a alcanzar casi los 2000 km, pero no todo el mundo hace el recorrido completo y es una ruta que puede realizarse por tramos, tramos fantásticos que nos permitirán empaparnos de toda la esencia de este oeste americano tan mágico que todos tenemos en nuestra mente. Y es que además si nos ceñimos tan sólo al tramo que realmente corresponde al identificador 163 la misma no tiene una longitud superior a los 8 kilómetros)
La Ruta 163 es un recorrido espectacular que nos conduce por un suroeste estadounidense que nos evoca a muchas cosas y que nos permite visualizar El Gran Cañón, Antelope Canyon, Arches National Park, el desierto de sal de Bonneville y, por supuesto, Monument Valley.
Recorrido paso a paso por la Ruta163
Aterrizamos en Phoenix y rápidamente somos conscientes del lugar de calor en el cual hemos ido a aterrizar (dando por supuesto que el trayecto que aquí se expone va a realizarse en meres veraniegos). El calor es algo que no debe sorprender a nadie cuando se viaja en verano y más aún cuando se hace a un lugar desértico, pero lo que sí que sorprende es lo seco del calor del lugar, un calor seco que quema directamente y que se traduce en temperaturas que en las horas más calurosas del día harán que se superen sobradamente los 40 grados centígrados, por ello el omnipresente aire acondicionado en el vehículo es de obligada utilización.
Una vez salgamos de la ciudad de Phoenix veremos que los cactus que nos han venido acompañando a lo largo del trayecto van desapareciendo y nos encontraremos con el cráter Barringer. Este cráter es muy famoso pues se creó cuando un meteorito cayo en la zona y se ha convertido en todo un reclamo de la zona. Con el cráter ya avistado será el momento de llegar a Page y empezar desde esta zona todo el recorrido del Antelope Canyon.
El Antelope Canyon es un fascinante desfiladero que quien lo visita nunca lo olvida. Para visitar el Upper Antelope Canyon (que se encuentra en las afueras de Page) no tendremos otra opción que visitarlo en grupos y deberemos comprar las entradas en alguna de las cuatro empresas que tienen la exclusiva del lugar y que pertenecen todas ellas a los indios navajos que son los propietarios de las tierras del cual el Antelope Canyon forma parte.
El desfiladero no tiene más de 200 metros de largo y en su parte más estrecha en algunos puntos no llega a superar el metro, pero cruzarlo merece mucho la pena y nos adentra en un entorno de ensueño donde la arenisca roja queda esculpida en unas formas redondeadas en las paredes de este.
Uno de los grandes atractivos de visitar el Upper Antelope Canyon es la coloración anaranjada que adquiere el mismo en las horas centrales del día, así que si puede visitarse a esas horas del día siempre la experiencia será mucho más agradable y placentera, eso sí que nadie se espere una visita solitaria y barata. Es un lugar sumamente concurrido y nada barato de visitar, tanto es así que en las horas centrales del día (al ser las horas más bonitas para visitarlo) se han puesto tarifas especiales que alcanzan casi los 80 USD.
Llenos de regocijo por haber visitado el maravilloso Upper Antelope Canyon proseguiremos nuestra ruta por la Ruta 163 y nos detendremos en la pequeña localidad de Bluff lo que a su vez nos adentrará en plenas tierras navajas, en plenas tierras de la Nación Navaja.
A partir de aquí se podrían hacer muchos kilómetros más para realizar la ruta en su conjunto, pero nos detendremos en Monument Valley y en la milla número 13 de la Highway 103 que son los auténticos puntos de referencia de todo el recorrido y los que toman en realidad el nombre directo de la ruta (103) que aquí estamos visualizando.
Monument Valley: el corazón de la ruta de la carretera 103
La milla 13 de la Carretera 103 es un punto mítico y seguro que está en la retina de todos los espectadores pues su paisaje ha salido en infinidad de películas, una de las más destacadas es la película de “Forrest Gump”, y es que fue exactamente en esta carretera y en esta milla en el punto exacto donde el personaje que encarnaba tan magistralmente Tom Hanks dejó de correr después de largos años corriendo.
Y tan sólo un poco después de este cinematográfico y mágico punto se lleva al corazón de la Ruta 103, se llega al gran, esplendoroso, único y siempre impresionante Monument Valley. En Monument Valley nos encontraremos con un espacio que asombra por lo árido del mismo y por su carácter agreste, es un paisaje que nos evoca también al cine y es que es uno de los puntos imprescindibles de todos los westerns clásicos del oeste americano.
Tanto es así, tanta es la relación de Monument Valley con el mundo cinematográfico que dos de sus miradores principales llevan los nombres de John Ford y de John Waine, dos auténticas leyendas de este tipo de películas. Monument Valley merece que nos detengamos con calma en su seno y que lo abracemos y lo visitemos sin prisas, es un lugar para perderse en su inmensidad y para gozar de parajes que nos pueden llegar dar una gran sensación de agradable soledad y de impactante intimidad en la inmensidad de lo agreste, en el impacto de la nada y del todo a la vez.
El parque de Monument Valley también está gestionado por los indios navajos que forman parte de la Nación Navaja y se encontrarán buenas opciones para ser visitado con un guía (previó pago), ahora bien, dadas las características de Monument Valley, de su inmensidad y de lo agradable de perderse por el mismo puede ser interesante en este caso no coger ningún guía y hacerlo por uno mismo.
Para hacerlo será importante que cuando hayamos alquilado el coche en origen el mismo sea un coche acertado para este tipo de recorridos, así que nada menor que alquilar un coche tipo SUV para visitar el parque a nuestro aire, sin límites y sin ningún tipo de agobios.
Finalizando el trayecto
Tal y como se decía, en Monument Valley nos habremos situado en el corazón de la carretera 103, pero ya que estamos en la zona y que habremos ya hecho un largo recorrido una vez visto el lugar podrá ser interesante volver a la carretera como último paso y seguir por la ruta (que aunque técnicamente ya no será la 103 sí que formará parte de dicho entorno y forma parte del mismo contexto) y finalizar esta parte del viaje visitando el Arches National Park.
Los visitantes del Arches National Park no deberán dejar de visitar sus famosos de piedra, especialmente el Landscape Arch y todo lo que le rodea, y es que sin duda más de 300 kilómetros cuadrados dan para mucho en un entorno de paisajes maravillosos cincelados por y con el tiempo.